Síndrome de Peter Pan: Qué es y cuáles son sus causas

Aprovechando que Disney ha estrenado su live action Peter Pan & Wendy quiero hablaros del Síndrome de Peter Pan y en qué consiste ¡Sigue leyendo!

Síndrome de Peter Pan: Qué es y cuáles son sus causas

Hay personas adultas de 30 o 40 años que actúan de forma infantil e inmadura, eludiendo responsabilidades. La convivencia con este tipo de personas es difícil dada su inmadurez, falta de compromiso y responsabilidad. Si bien, no existe una categoría clínica para denominar este hecho, se le conoce como Síndrome de Peter Pan.

Peter Pan, el niño que no quería crecer, como estos adultos que parecen vivir en un estado de infancia permanente.

Síndrome de Peter Pan

¿Cuáles son sus causas?

Las personas adultas con Síndrome de Peter Pan son aquellas cuya edad física o cronológica no coincide con su comportamiento. Son inmaduros, irresponsables, infantiles, con tendencia a la evitación, etc.

Pese a no estar registrado en el DSM-V (Manual Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales), a nivel psicológico debe tenerse en cuenta y ser tratado por un profesional, ya que el adulto infantil podría revelar otros trastornos subyacentes, además de su conducta claramente problemática en el ámbito social y emocional. Las causas más comunes de este tipo de comportamientos suelen ser:

Estilo de crianza deficiente

Crianza muy permisiva o sobreprotectora, familias con un estilo de crianza deficitario que altera el desarrollo psicosocial normal del niño. Una crianza con:

  • Ausencia de límites claros.
  • Permisividad.
  • Falta de asunción de responsabilidades en la infancia.

Suelen ser consecuencia de adultos inmaduros y que pueden desarrollar el Síndrome de Peter Pan. De igual modo, la sobreprotección del niño tiene un gran impacto a corto y largo plazo en el niño. Aquellos padres autoritarios que controlan en exceso la vida de sus hijos merma su autoeficacia y autoestima, especialmente en etapas como la universitaria y laboral. Convirtiéndose en personas con problemas para asumir el control de sus propias vidas.

Apego evitativo

La inmadurez emocional puede tener su origen en estilos de apego evitativo, el cuál se caracteriza por la necesidad de mantener la independencia, evitar la intimidad en las relaciones y desconexión emocional. Las raíces de este tipo de apego aparecen desde la infancia, generalmente por la ausencia de afecto estable y falta en el desarrollo de las competencias emocionales del niño.

Como consecuencia se forjan adultos que huyen de la intimidad emocional, incapaces de construir vínculos sólidos, maduros y saludables.

Personalidad Narcisista

La persona con Síndrome de Peter Pan suele estar dentro de un espectro. Algunos evidencian unos rasgos problemáticos y otros, solo algunas características. Esa inmadurez y falta de responsabilidad se expresa claramente en la personalidad narcisista.

Son personas egoístas, que suelen cargar sobre los demás las responsabilidades propias y buscan ser el centro de atención en todo momento, igual que sucede con los patrones de comportamiento de un trastorno narcisista. Es importante acudir a un profesional que pueda ayudar a reconducir este tipo de comportamientos y diagnosticar posibles trastornos adyacentes.

Falta de inteligencia emocional

Hay adultos con competencias emocionales de un niño de 3 años, como los que sufren el Síndrome de Peter Pan. Las habilidades sociales y emocionales deben asentarse desde la infancia. La negación a la automejora, la incapacidad para lidiar con la frustración, la inteligencia emocional y entender lo que significa ser adulto y vivir en sociales, se vuelve una incapacidad para las personas con Síndrome de Peter Pan. Son mentes inflexibles y con mucha resistencia a los cambios.

Síndrome de Peter Pan

Consecuencias de ser un adulto infantil

Cada vez es más frecuente ver adultos con síndrome de Peter Pan, la sobreprotección parental es una de las principales causas de que se eleve el número de adultos infantiles. Las consecuencias más comunes de esta inmadurez psicosocial y emocional son:

  • Conductas desafiantes.
  • Miedo a la soledad.
  • Egoístas.
  • Poco interés por el mundo laboral.
  • Fobia al compromiso.
  • No son capaces de manejar el estrés.
  • Incapacidad para alcanzar metas personales.
  • Falta de resolución de problemas, eluden responsabilidades.
  • Pocos amigos con tendencia a quedarse solos.
  • Se mueven sólo por el deseo, interés y necesidades inmediatas.
  • Pueden mostrar gran dependencia por algunas figuras.
  • Tendencia a la depresión, trastornos del estado de ánimo y ansiedad.
  • No respetan las opiniones ni comportamientos de los demás.
  • No asumen responsabilidades.
  • Culpan a los demás de sus problemas.
  • Conductas pasivo-agresivas, usan indirectas en su comunicación, son hostiles y nunca expresan lo que piensan o sienten.

 

Si tienes problemas para asumir responsabilidades o convives con alguien con estas características, contacta conmigo a través de mi página web o redes sociales (Facebook, Instagram y Linkedin) y comentamos tu caso.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Ir al contenido