Los trastornos del sueño es importante tratarlos debido a su gran impacto en el desarrollo del niño y la calidad de vida de sus familiares. Por ello, es importante acudir a un profesional. Os cuento cuáles son los trastornos del sueño más comunes ¡Sigue leyendo!
Índice de contenidos
Trastornos del sueño en la infancia
Alrededor del 30 % de los niños y adolescentes sufren alguna alteración relacionada con el sueño a lo largo de su desarrollo. Los trastornos del sueño se caracterizan por provocar problemas en relación al hecho de dormir, incluyen:
- Dificultad para conciliar el sueño.
- Dificultad para permanecer dormido.
- Quedarse dormido en situaciones inapropiadas.
- Tener mucho sueño.
- Conductas anormales durante el sueño.
Es importante tratarlos por un especialista debido a su alto impacto en el desarrollo del niño, ya que puede afectar a su comportamiento y estado de ánimo, además de a las funciones cognitivas disminuyendo la atención selectiva y la memoria, dificultando el rendimiento escolar.
¿Cuáles son sus síntomas?
Un déficit crónico del sueño puede provocar diversos síntomas en el niño o adolescente que pueden ser físicos, cognitivos y/o conductuales.
Síntomas físicos
Las manifestaciones físicas de los trastornos del sueño varían en función de la edad, desarrollo cognitivo y emocional, y en función del tipo de trastorno que padezca el niño. Los más comunes son:
- Inquietud o hiperactividad.
- Cansancio y agotamiento.
- Desarrollo psicomotor ralentizado.
- Dificultad para conciliar el sueño.
- Despertares nocturnos frecuentes.
- Somnolencia.
Síntomas cognitivos
A menudo, las alteraciones del sueño repercuten de forma negativa en la conducta y a nivel cognitivo. Por ello, es importante estar alerta de sus síntomas:
- Dificultad de concentración.
- Déficit de atención.
- Bajo rendimiento escolar.
- Inestabilidad emocional.
- Tristeza.
Síntomas conductuales
A nivel conductual los síntomas que pueden presentarse son:
- Irritabilidad.
- Hiperactividad.
- Agresividad.
- Alteración en la alimentación.
- Sonambulismo.
Tipos de trastornos del sueño
El sueño es un estado fisiológico recurrente de reposo del organismo. Se caracteriza por una inacción relativa, con ausencia de movimientos voluntarios y aumento del umbral de respuesta a estímulos externos fácilmente reversibles. Este estado de reposo lo utiliza el organismo para recuperarse de los esfuerzos sufridos durante el periodo de vigilia, resultando una conducta natural, periódica, transitoria y reversible.
En circunstancias normales el sueño se organiza en varios ciclos repetidos de forma secuencial a lo largo de la jornada. Estos ciclos, a su vez, se organizan en diferentes etapas atendiendo al nivel de profundidad del sueño y a las características fisiológicas de cada uno.
Existen causas que pueden afectar e interrumpir estos ciclos naturales y con ello el descanso. Lo más importante es identificar que existe un trastorno del sueño que afecta a nuestro hijo para poder empezar a resolverlo lo antes posible. Hay muchos trastornos del sueño que afectan a la infancia y adolescencia.
Insomnio
Se caracteriza por dificultad reiterada para conciliar y mantener el sueño o por la sensación de no haber dormido bien. El trastorno del insomnio es uno de los problemas más frecuentes en los niños, afecta a un 30% de los niños entre 6 meses y 5 años. Suele ser más prevalente en niños/as con alguna patología psiquiátrica o del neurodesarrollo. Los tipos de insomnio más frecuentes en la infancia y adolescencia son:
- Insomnio por higiene del sueño inadecuada, asociado con actividades que se realizan durante el día que impiden que tengan una adecuada calidad del sueño durante la noche (consumo de bebidas excitantes o con cafeína, chocolate y azúcares, intensiva actividad física, la exposición prolongada a pantallas como ordenadores, consolas o teléfonos móviles).
- Insomnio conductual, incapacidad del niño para conciliar el sueño si está solo, presenta resistencia o le produce ansiedad la hora de ir a la cama. Se suelen despertar muy a menudo.
Suele estar relacionado con un mal aprendizaje del hábito del sueño, una actitud inadecuada de los padres a la hora de establecer una buena higiene del sueño o la realización de actividades diarias que le impiden una adecuada calidad del sueño (siestas durante el día, consumo de bebidas excitantes o con cafeína).
Síndrome de las piernas inquietas (SPI)
El síndrome de las piernas inquietas se caracteriza por la necesidad urgente de mover las piernas en situaciones de reposo. Va asociada a una sensación desagradable/dolorosa que empeora con el reposo y mejora con el movimiento. Aparece en la transición vigilia-sueño, por lo que este trastorno tiene un gran impacto en la calidad de vida del niño, provocando insomnio y cansancio durante el día. Aunque se desconocen las causas existe cierta predisposición familiar a padecerlo.
Los niños que lo padecen necesitan apoyo en la escuela debido a que los síntomas a menudo empeoran al estar en situación de reposo sentados en clase, sin moverse. Se da en un 2% de los niños de entre 8 y 17 años.
Síndrome de retraso de fase (SRF)
Consiste en una alteración del ritmo del sueño y comienza a manifestarse normalmente a partir de los 10 años, aparece en un 5-10% de los niños de esta edad. Se caracteriza por insomnio a la hora de acostarse debido a un retraso a la hora de conciliar el sueño (2 horas) y dificultad para despertarse por la mañana, lo que conlleva somnolencia durante el día. Esto provoca un bajo rendimiento del niño y disminución de la atención.
Síndrome de apnea-hiponea del sueño (SAHS)
Es un trastorno respiratorio que se produce durante el sueño. Se caracteriza por la presencia de episodios repetidos de obstrucción completa o parcial de las vías aéreas superiores debido a que las partes blandas de la garganta se colapsan y cierran durante el sueño. Algunas alteraciones anatómicas como amígdalas grandes, malformación craneal, enfermedades neurológicas, obesidad o reflujo gastroesofágico pueden ser causas de este síndrome.
Síntomas como ronquera frecuente, problemas para respirar durante la noche, somnolencia durante el día o dificultad para prestar atención pueden ser indicadores de este síndrome.
Alrededor de un 10% de los niños y adolescentes roncan de forma habitual, presentando una disminución en la calidad del sueño y aumento de despertares nocturnos relacionados con el esfuerzo respiratorio, sin apneas, hipoventilación ni fragmentación del sueño. Cerca de un 2% de los niños sufre SAHS.
Sonambulismo
El sonambulismo es un trastorno del sueño muy común, consiste en un episodio en el que, sin ser completamente consciente, el niño puede sentarse en la cama, caminar, correr, además de otras conductas como abrir puertas cerradas. El niño se encuentra profundamente dormido, no responde a estímulos externos, por lo que cuesta mucho despertarlos, cuando lo haces presentan confusión y no recuerdan nada de lo ocurrido. Ocurre durante la fase de sueño profundo, en la primera mitad del tiempo de sueño, alrededor de un 15% entre los 3 y 15 años lo padecen. A menudo se resuelve con la edad sin necesidad de tratamiento.
Terrores nocturnos
Tiene una prevalencia del 1 al 5% de los niños de 3 y 4 años. Los terrores nocturnos son episodios de llanto o grito con expresión de miedo o pánico, acompañado de taquicardia y sudoración estando profundamente dormido, parece una pesadilla pero mucho más intensa.
El niño/a mientras está dormido se incorpora bruscamente en la cama gritando y llorando, alterado y agitado. No responden a estímulos externos en ese momento y no suelen recordar nada.
Pesadillas
Son estados de sueño largos, ensoñaciones desagradables que producen miedo y llegan a despertar al niño. Tienen lugar durante la fase REM y en la segunda mitad de la noche, el niño es consciente y suele recordar lo sucedido. Suelen despertarse muy asustados y alerta tras haber sufrido una pesadilla, ya que suelen creer que lo soñado es real.
Son trastornos del sueño que tienen una prevalencia de entre el 10 y 50% entre los 3 y 5 años. Si bien no podemos evitar que sufran pesadillas, sí podemos ayudarles a dormir más relajados, favoreciendo así la disminución de episodios de pesadillas durante el sueño.
Movimientos rítmicos relacionados con el sueño
El trastorno de movimientos rítmicos se caracteriza por comportamientos motores rítmicos, recurrentes, estereotipados y repetitivos que suceden en la transición de la vigilia al sueño, pudiendo observarse incluso mientras el niño está despierto.
Estos movimientos repetitivos afectan a partes del cuerpo como la cabeza, el tronco, las extremidades o todo el cuerpo, pasan cuando el niño/a se está quedando dormido. Se da en alrededor del 59% en lactantes y un 5% de los niños de 5 años. Suelen desaparecer a medida que se hacen mayores, sin embargo, en niños con autismo y trastornos del neurodesarrollo pueden persistir en el tiempo. Se han descrito distintos tipos de movimientos rítmicos en función del patrón de movimiento observado:
- Head banging: movimientos de cabeza en sentido anteroposterior.
- Head rolling: movimientos giratorios de la cabeza de lado a lado.
- Body rocking: movimientos de balanceo de todo el cuerpo estando el niño de rodillas.
- Body rolling: movimiento de todo el cuerpo hacia los lados.
Narcolepsia
Dentro de los distintos trastornos del sueño, la narcolepsia es un trastorno poco frecuente en la infancia y suele aparecer normalmente durante la adolescencia y la juventud. Es un trastorno crónico caracterizado por somnolencia diurna excesiva, cataplexia (pérdida de tono muscular), alucinaciones hipnagógicas y parálisis de sueño (episodios de incapacidad para moverse al despertar).
En los niños la presentación más común de la narcolepsia es una somnolencia diurna excesiva. Este trastorno requiere tratamiento para que el niño pueda llevar una vida prácticamente normal. Es muy importante que los padres establezcan hábitos de higiene del sueño.
Hipersomnias recurrentes
El síndrome de Kleine-Levin es un trastorno poco común caracterizado por episodios de hipersomnolencia acompañados por irritabilidad, excitación, desinhibición social, con conductas masturbatorias e hiperfagia. Pueden presentarse alucinaciones con desorientación y un recuerdo vago de lo sucedido. Suele aparecer en la adolescencia y afecta normalmente a los varones.
Identificar a tiempo las señales de los trastornos del sueño es esencial para la salud del paciente. Si crees que tu hijo/a presenta síntomas de un sueño inadecuado, contacta conmigo a través de mi página web o redes sociales (Facebook, Instagram y Linkedin), y concertamos una cita.