¿Qué casos clínicos trata la Neuropsiquiatría
La Neuropsiquiatría es un área de especialización novedosa dentro de la Psiquiatría centrada en el estudio de la relación existente entre el cerebro, su patología y la conducta humana. Su objetivo es el diagnóstico, tratamiento y seguimiento de enfermedades, tanto psiquiátricas como neurológicas, que dificultan la autonomía de quien las padece.
El neuropsiquiatra trabaja con personas que padecen un trastorno mental y comienzan a ver deterioradas sus facultades mentales (pérdidas de memoria, de la autonomía personal, del rendimiento académico o laboral), así como con personas afectadas de enfermedades neurológicas o neurodegenerativas que experimentan síntomas como ansiedad, depresión o problemas de conducta entre otras. Con esta finalidad emplea pruebas dirigidas a identificar la causa fundamental y establecer un tratamiento específico, tanto farmacológico como rehabilitador y de estimulación cerebral.
Casos clínicos habituales en
Neuropsiquiatría
Parkinson
Alzheimer
Demencia frontotemporal
Demencia vascular
Ansiedad
La ansiedad puede aparecer hasta en el 10% de los pacientes mayores. Además, se asocia de manera muy importante tanto con la presencia tanto de depresión como de demencia. La persona puede desarrollar fobias, mostrarse hipervigilante, tener ansiedad anticipatoria, encontrarse tensa, con sensación de desasosiego, irritable. Puede asimismo tener problemas para concentrarse, retener información, tomar decisiones o padecer temor a desarrollar una enfermedad grave.
Depresión
La depresión es la enfermedad más frecuente en el anciano y una de las principales causas médicas. No obstante, en ocasiones la depresión en el anciano se presenta de forma distinta a como lo hace a edades más tempranas. Nos podemos encontrar una exacerbación de la personalidad del paciente, aislamiento y retraimiento, problemas de memoria o quejas de pérdidas de memoria, irritabilidad y múltiples quejas somáticas. Aunque las causas de la depresión en la persona mayor son múltiples, hay que entender que la tristeza no forma parte del envejecimiento normal y que la depresión, además de disminuir la calidad de vida, puede llegar a ser incapacitante.