El Trastorno de oposición desafiante es un trastorno del comportamiento que suele diagnosticarse en la niñez. Hoy os cuento en qué consiste y cómo afecta al niño ¡Sigue leyendo!
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Trastorno de oposición desafiante
Consiste en un trastorno del comportamiento que se caracteriza por conductas desafiantes, negacionistas, irritables y molestos hacia figuras de autoridad como padres, tutores o profesores. Estos niños suelen ser verbalmente agresivos y es muy importante contactar con un especialista que pueda ayudar a tratar y corregir esta conducta.
¿Cuáles son sus causas?
No se conocen causas exactas que producen este trastorno de oposición desafiante, se atribuye a dificultades en el aprendizaje o desarrollo normales que no se han resuelto adecuadamente durante la infancia. Esta teoría implica que este temperamento son actitudes aprendidas, reflejando los efectos negativos de las técnicas de refuerzo negativas usadas por los padres y figuras de autoridad durante el desarrollo.
El uso del refuerzo negativo en las técnicas de enseñanza de los padres puede incrementar la tasa e intensidad de comportamientos de oposición en niños, debido a que logran captar la atención y tiempo de los padres.
Por otro lado, puede existir un factor genético, la disposición y temperamento del niño, así como la forma en la que funcionan los nervios y el cerebro.
Factores de riesgo del Trastorno de oposición desafiante
Los niños con Trastorno de oposición desafiante (TOD) son temperamentales, desobedientes, rencorosos y vengativos a niveles muy elevados. Este tipo de comportamientos socava completamente la capacidad del niño para llevarse bien con su entorno familiar, compañeros y otros adultos o figuras de autoridad. Es importante contactar con un especialista que pueda hacer un diagnóstico y tratamiento adecuados para corregir este tipo de conductas.
Este trastorno es un problema complejo y existen determinados factores que podrían considerarse de riesgo:
- Temperamento: los niños con temperamento fuerte suelen tener problemas para controlar sus emociones, lo que puede producir fuertes reacciones emocionales, problemas para controlar la frustración o para gestionar las emociones.
- Problemas en la crianza: niños que sufren abuso, abandono en el hogar, con disciplinas graves y contradictorias o sin control parental.
- Problemas familiares: conflictos familiares, progenitor con trastornos de salud mental o adicciones.
- Entorno: tanto familiar como social, los comportamientos oposicionales y desafiantes pueden verse reforzados a través de la atención de los padres a conductas negativas y a una disciplina contradictoria por parte de las figuras de autoridad.
Síntomas
Los síntomas registrados en el Trastorno de oposición desafiante también pueden darse en niños sin este trastorno, especialmente entre los 2 y 3 años, o incluso en adolescentes. Hay niños que cuando están cansados o tienen hambre suelen desarrollar conductas desafiantes e irritables. Es difícil reconocer la diferencia entre un niño con un carácter fuerte o emocional y un niño con trastornos de oposición desafiante.
Los signos o síntomas del Trastorno desafiante suelen aparecer durante los primeros años de preescolar. Según los criterios establecidos en el Manual de Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales DSM-5, comprenden síntomas emocionales y del comportamiento que duran seis meses como mínimo.
Estado de ánimo irritable:
- Pierde la paciencia con facilidad y a menudo.
- Se irrita y enoja con los demás.
- Rabietas frecuentes.
- Enfado y rencor con frecuencia.
Conducta desafiante:
- Discute a menudo con los adultos y figuras de autoridad.
- Desobedece o se niega de forma activa a cumplir con los pedidos o reglas.
- Molesta o altera a las personas con frecuencia de forma intencionada.
- Culpa a los demás de sus errores o mal comportamiento.
Resentimiento:
- Suelen ser niños rencorosos y vengativos.
Además, el Trastorno de oposición desafiante puede variar en la gravedad de los síntomas o intensidad:
- Puede ser leve: cuyos síntomas se presentan sólo en un entorno, en el hogar, la escuela o el trabajo.
- Moderado: cuando los síntomas se dan en al menos dos entornos distintos.
- Grave: nos encontramos ante un caso en el que los síntomas aparecen en cualquier entorno y ante cualquier figura de autoridad.
Afortunadamente, los síntomas y conductas propias de este trastorno se pueden tratar por un especialista. Quién se encargará de evaluar los síntomas y establecer un diagnóstico y tratamiento en función de las características y afección del niño.
Si crees que el comportamientos en tu hijo puede deberse a una actitud desafiante que además perdura en el tiempo, contacta conmigo a través de mi página web o redes sociales (Facebook, Instagram y Linkedin), concertamos una cita.