Uno de los trastornos neurológicos más comunes a nivel mundial, es el Alzheimer. Hoy en mi blog quiero hablaros de esta enfermedad, sus causas y factores de riesgo ¡Sigue leyendo!
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El Alzheimer es un tipo de demencia, una enfermedad neurodegenerativa que hace que el cerebro se encoja (atrofia) y las neuronas cerebrales se mueran. Suele comenzar de manera lenta, insidiosa y evoluciona progresivamente. Aunque hay casos familiares en los que puede debutar a una edad más temprana, lo habitual es que comience hacia el final de la vida.
Se presenta con alteración o pérdida de memoria que afecta a los acontecimientos más recientes y cada vez abarca un mayor periodo de la vida de quién lo sufre. Al ser una enfermedad progresiva, comienza por las tareas más complejas, como planificar y secuenciar una serie de conductas, dificultad para reconocer objetos, partes del propio cuerpo o personas, afectación del lenguaje y del movimiento, desorientación espacial y temporal, son síntomas de este proceso degenerativo. Además de cambios psicológicos, sociales y de comportamiento, que pueden derivar en depresión. Afecta a su nivel social y funcional, es decir, a la independencia de la persona para la realización de tareas cotidianas. Los cambios que el Alzheimer produce en el cerebro, generan problemas que van en aumento y afectan a:
Las causas exactas de esta enfermedad degenerativa se desconocen, pueden ser tanto genéticas como no. A un nivel básico, las proteínas del cerebro no funcionan con normalidad, lo que interrumpe la función de las neuronas cerebrales, que se dañan, pierden conexiones y finalmente mueren. Muchos de los cambios neurológicos que podemos observar en el Alzheimer, son similares a los que vemos en el proceso neurológico normal de envejecimiento, la diferencia radica en lo llamativo de su desarrollo y transformaciones, además de su extensión a otras áreas. Los científicos creen que esta enfermedad es consecuencia de una combinación de factores genéticos, ambientales y de estilo de vida que pueden afectar al cerebro a lo largo del tiempo.
Las personas que padecen Alzheimer deben ser tratadas por especialistas médicos, así como consultar a un psiquiatra en caso de sufrir alteraciones psicológicas o depresión como consecuencia derivada de la enfermedad.
Se han identificado algunos factores que aumentan el riesgo de padecer Alzheimer, algunos no pueden ser cambiados (genética, edad, antecedentes familiares…), pero otros puede que sí. Os mostramos los factores que pueden influir:
El Alzheimer suele presentarse en edades avanzadas, por lo que este indicador suele ser un factor de riesgo. No es una parte del proceso de envejecimiento, sin embargo, a medida que uno envejece, aumentan las probabilidades de padecerla.
Si existen antecedentes familiares (especialmente de primer grado como padre o hermanos), el riesgo de padecer esta enfermedad neurodegenerativa aumenta. Se desconocen todavía la mayoría de los mecanismos genéticos del Alzheimer, ya que son algo complejos. La causa o factor de riesgo más estudiado es un gen apolipoproteína E (APOE), cuya variación E4 aumenta el riesgo de padecer Alzheimer. Aproximadamente del 25% al 30%.
Es un estadio que afecta a la memoria y otras habilidades de pensamiento. Las personas con un deterioro cognitivo leve tienen un riesgo significativamente mayor a padecer demencia o Alzheimer, al verse afectada la memoria. El diagnóstico en estos casos es un estilo de vida saludable, desarrollar estrategias que ayuden a compensar la pérdida de memoria y programar citas regulares para controlar los síntomas y evolución.
Aquellas personas que han sufrido un traumatismo craneal presentan un mayor riesgo de padecer esta enfermedad. Algunos estudios determinaron que personas que sufrieron una lesión cerebral traumática, aumentaron el riesgo de padecer demencia o Alzheimer. Cuanto mayor o más graves sean las lesiones cerebrales, mayor es el riesgo.
Las partículas de contaminación del aire provocan el aceleramiento de la degeneración del sistema nervioso. La exposición a la contaminación del aire, puede aumentar el riesgo de padecer algún tipo de demencia.
Es sabido que el consumo habitual de grandes cantidades de alcohol provoca cambios en el cerebro. Según algunos estudios, los trastornos del consumo de alcohol, están vinculados a una mayor probabilidad de padecer demencia, demencia de aparición temprana, incluso, Alzheimer.
El sueño es fundamental para un correcto funcionamiento de nuestro cuerpo, además de para nuestra salud y bienestar. Los patrones de sueño deficientes, como dificultad para conciliar el sueño o insomnio, están asociados con un mayor riesgo de padecer esta enfermedad.
Los factores de riesgo asociados a enfermedades cardiacas pueden aumentar también el riesgo de padecer Alzheimer. Algunos de ellos son: el sedentarismo, obesidad, tabaquismo, presión arterial alta, colesterol alto y diabetes del tipo 2.
Estos factores pueden tratarse y modificarse con un estilo de vida saludable y la atención necesaria. Realizar ejercicio regularmente y una dieta saludable se asocia a menor riesgo de padecer determinadas enfermedades, entre ellas, Alzheimer. El mantener la mente activa con actividades y estímulos mentales, ayuda a ejercitar el cerebro y reduce el riesgo de padecer esta enfermedad.
El Alzheimer, puede provocar cuadros depresivos, dado que es difícil asimilar el diagnóstico de esta enfermedad, así como ir viendo tus funciones deteriorarse. Un neuropsiquiatra puede ayudar a tratar los síntomas depresivos y asimilar la situación. Si buscas un psiquiatra en Murcia, contacta conmigo a través de mi web o redes sociales (Facebook, Instagram y Linkedin), y concertamos una cita.