Neuropsiquiatría en el Trastorno Obsesivo-Compulsivo

¿ QUÉ ES EL TOC ?

El Trastorno Obsesivo-Compulsivo (TOC) es un trastorno mental muy incapacitante y relativamente frecuente. El término es causa de confusión y en ocasiones polémica desde sus orígenes. Desde que se describiera por primera vez, se ha puesto en duda en muchas ocasiones si se debería incluir en lo que podríamos llamar neurosis o, por el contrario, si pertenecen al grupo de las psicosis. Esto es debido a que, aunque quien lo padece mantiene lo que los psiquiatras llamamos “contacto con la realidad”, hay casos especialmente graves que llegan a mejorar muy poco con el tratamiento.

 

ALGUNOS DATOS SOBRE EL TOC

Aunque aproximadamente el 25% de la gente presenta síntomas obsesivos, solo aproximadamente el 4% llega a reunir criterios para hacer el diagnóstico. Es habitual que aparezcan fenómenos obsesivoides en situaciones especiales como en situaciones de cansancio o estrés (la canción que no puedes parar de cantar, releer un texto o repetirte frases mentalmente). Suelen darse dos picos de riesgo: uno sobre los 15 años y otro entre los 20 y los 30 años. Por otra parte, también pueden aparecer este tipo de fenómenos en otros trastornos mentales como la esquizofrenia o la depresión e incluso en enfermedades neurológicas como la epilepsia.

 

¿QUÉ SÍNTOMAS TIENE?

Este trastorno se caracteriza por la presencia de obsesiones y compulsiones. Aunque suelen darse juntas podemos encontrarnos casos de obsesiones sin compulsiones y viceversa.

Las obsesiones serían pensamientos o imágenes que nos invaden sin esperarlo y que, aunque sabemos que no tienen sentido, no podemos controlar. Podemos resistirnos a ellas pero a costa de que empeore la ansiedad. Estas obsesiones no son manías ni preocupaciones del día a día sino que el tema sobre el que tratan tiende a ser estable en el tiempo. No tiene nada que ver con ser más perfeccionistas, escrupulosos o que nos gusten las cosas de una determinada manera.

Las compulsiones por su parte serían »rituales” que repetimos constantemente. No los repetimos por gusto sino porque existe “el pensamiento mágico” de que, si los hacemos, evitaremos que algo malo pase. Este ritual no tiene por qué ser una conducta física, puede ser también algún tipo de pensamiento que bloquee esa obsesión. Puede haber compulsiones sin obsesiones, teniendo aquí una función de “válvula de escape”.

 

¿CUÁL ES EL PAPEL DE LA NEUROPSIQUIATRÍA?

Las pruebas de neuroimagen y neuropsicológicas nos han permitido observar que los pacientes con TOC presentan una disminución y a la vez hiperactivación de determinadas áreas cerebrales. Éstas áreas serían:

  • Los circuitos subcorticales-orbitofrontales (que unen zonas del cerebro de la llamada sustancia blanca y las que regulan la conducta social, la toma de decisiones y la inhibición de conductas y que se sitúa a la altura de las órbitas oculares).
  • Tálamo (regula la actividad sensorial), los ganglios de la base (controlan la postura y el movimiento voluntario), el cingulado (zona de unión entre el sistema límbico y la amígdala que regula las respuestas de miedo) y la corteza orbito-frontal.

Estas alteraciones van a provocar los síntomas característicos del TOC:

  • Disfunción ejecutiva: Problemas para frenar una conducta/pensamiento, rigidez de pensamiento o problemas para planificarnos.
  • Problemas para aprender, de retener y de evocar imágenes u objetos nuevos. Dificultad para organizar la información.
  • Problemas a la hora de percibir y manipular objetos en el espacio bidimensional o tridimensional.
  • Ansiedad.

Aunque el diagnóstico del TOC es clínico y, aunque la causa original es todavía desconocida, la formación del psiquiatra o del psicólogo en Neuropsiquiatría permite administrar una serie de pruebas que contribuyen a dar un diagnóstico de precisión para implantar tratamiento en caso de que sea necesario. Este tratamiento será exitoso si combinamos el papel de la psicología (Terapia Cognitivo-Conductual) y el papel de la psiquiatría y el empleo de un tratamiento farmacológico (antidepresivos o potenciación con antipsicóticos si es preciso).

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