Trastorno del Espectro Autista (TEA)

El Trastorno del Espectro Autista es una afección relacionada con el desarrollo del cerebro que afecta la manera en la que una persona percibe y socializa con otras personas. Se precisa de ayuda profesional que pueda dar unas pautas adecuadas a la familia y el entorno. Os lo cuento en este post ¡Sigue leyendo!

Trastorno del Espectro Autista (TEA)

El Trastorno del Espectro Autista se trata de un cuadro de origen neurobiológico que se presenta desde el inicio de la infancia y que afecta múltiples áreas relacionadas con el lenguaje, la comunicación y la interacción social. Afecta al 1% de la población.

El Trastorno del Espectro Autista comprende diversas afecciones que antes se creían aisladas: autismo, Síndrome de Asperger, Trastorno desintegrativo infantil y Trastorno Generalizado del Desarrollo no especificado. Es decir, se puede manifestar de diversos modos e intensidades.

Suele aparecer en los primeros años de la infancia y si no es detectado y tratado puede ocasionar al niño/a problemas para desenvolverse socialmente. Por ello, es importante contactar con especialistas que puedan tratarle y ayudarle a adquirir cierta autonomía.

Trastorno del Espectro Autista

Signos y síntomas TEA

Las principales características del TEA son el deterioro persistente en la interacción social y en la comunicación social recíproca. Además, estos niños presentan patrones de intereses y conductas repetitivos y rígidos, siendo frecuente que se aíslen porque no participan de los intereses de los demás o que puedan mostrarse irritables cuando intentan hacer que jueguen o hagan otra cosa. La edad a la que empieza a notarse este tipo de dificultades variará en función de la persona . También variará en función del de la gravedad e la afección, el nivel de desarrollo y la edad del niño/a. De ahí que se hable de espectro pues no todos los casos son idénticos ni en su gravedad ni en sus síntomas.

Los deterioros en la comunicación e interacción son prolongados en el tiempo y no dependen de la persona con la que interactúen. Hay personas que únicamente tienen dificultades en el uso social del lenguaje mientras que otros tienen graves dificultades para entenderlo o emitirlo. También puede o no haber discapacidad intelectual.

Los déficits en la reciprocidad socioemocional son evidentes ya desde pequeños pues no participan de las emociones de los demás y pocas veces inician ellos la interacción social. El lenguaje, más que usarlo para dialogar es empleado para pedir cosas o manifestar lo que piensa o está haciendo sin buscar una reciprocidad por parte de la otra persona.

Algunos niños presentan signos TEA en la primera infancia:

  • Menor contacto visual.
  • No responden cuando se les llama por su nombre.
  • Indiferencia ante las personas que lo cuidan.

Hay niños que se desarrollan con normalidad durante los primeros meses o años, sin embargo, luego se vuelven introvertidos, agresivos, pierden habilidades del lenguaje. En general, los signos característicos del Trastorno del Espectro Autista se suelen observar a partir de los 2 años de edad. Esto signos son:

Interacción y comunicación

Los niños o adultos con Autismo suelen tener problemas a la hora de interactuar socialmente o comunicarse con los demás.

  • No responden a su nombre o parece que no escucha.
  • Resistencia a muestras de afecto como caricias o abrazos.
  • Prefieren jugar solos.
  • No hacen contacto visual.
  • Carencia de expresión facial.
  • Falta de lenguaje, desarrollo tardío o pérdida de la capacidad de decir palabras.
  • No mantiene ni inicia conversaciones, solo inicia para pedir algo.
  • Palabras o frases textuales, pero sin comprender su uso.
  • Falta de comprensión y ejecución de indicaciones simples.
  • No expresa emociones ni sentimientos, ni es consciente de los de los demás.
  • Interacciones sociales de forma inadecuada de forma pasiva, agresiva o perturbadora.
  • Dificultad para identificar y conocer señales no verbales.

Patrones de comportamiento

Pueden tener intereses, actividades o patrones de comportamiento repetitivos y limitados, como:

  • Realizar movimientos repetitivos (balanceos, giros, aleteo, etc.).
  • Autolesionarse (morderse o golpearse la cabeza).
  • Desarrollo de rutinas o rituales específicos.
  • Se alteran con el mínimo cambio.
  • Problemas de coordinación o muestra patrones de movimiento extraños.
  • Lenguaje corporal rígido o exagerado.
  • Mayor sensibilidad a la luz y sonidos, e indiferente al dolor o la temperatura.
  • Se cuelga con determinados objetos o detalles (agua, ruedas que giran, etc.).
  • No participan en juegos de imitación o simulación.
  • Se obsesionan con un objeto o actividad con demasiada intensidad.
  • Tienen preferencias específicas con los alimentos (colores, texturas…).

Además de éstas, existen otras características relacionadas con el Trastorno del Espectro Autista:

  • Retraso en el lenguaje.
  • Falta de coordinación o destreza de movimiento.
  • Retraso a nivel cognitivo o de aprendizaje.
  • Conducta hiperactiva, impulsiva o distraída.
  • Trastornos convulsivos o epilepsia.
  • Hábitos de sueño y alimentación inusuales.
  • Problemas gastrointestinales.
  • Estados de ánimo o reacciones emocionales inusuales.
  • Ausencia de miedo o miedo excesivo.
  • Ansiedad, estrés o preocupación excesiva.

Autismo

Diagnóstico y tratamiento

El diagnóstico del TEA puede ser complicado, ya que se realiza a través de la conducta del niño en pleno proceso de desarrollo. La atención temprana puede ayudar a detectar estas conductas y signos a tiempo para establecer un tratamiento adecuado. A partir de los dos años, el diagnóstico TEA suele ser confiable y es necesario comenzar a tratarse.

Los tratamientos actuales para el Trastorno del Espectro Autista buscan reducir los síntomas que interfieren con el funcionamiento diario y la calidad de vida del niño. Capacitar a la familia y otros contextos con estrategias que les permitan interactuar con estos niños. El Autismo afecta de forma diferente a cada persona, presentando fortalezas y desafíos únicos para los profesionales, ya que las necesidades de cada persona son distintas.

 

Si te preocupa que tu hijo presente conducta y signos de Autismo, contacta conmigo a través de mi página web o redes sociales (Facebook, Instagram y Linkedin), concertamos una cita.

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