¿Qué es el duelo y cómo lo tratamos?

El duelo es una situación vivencial natural, un proceso adaptativo y emocional. Hoy en mi nuevo post os cuento en qué consiste, cuáles son sus tipos y cómo lo tratamos ¡Sigue leyendo!

¿Qué es el duelo y cómo lo tratamos?

El duelo es una reacción normal ante la pérdida de personas cercanas, rupturas sentimentales, cambios en la salud, pérdida de trabajo, cambio de residencia, etc. Es una respuesta ante la pérdida que nos afecta a todos los niveles: físico, cognitivo, emocional, conductual y existencial. Y es que, el duelo, es un proceso muy duro por el que todos pasamos tras la pérdida de alguien querido.

Este proceso, nos ayuda a entender que la persona que hemos perdido era alguien importante en nuestra vida y seguir adelante sin su presencia va a ser algo realmente difícil. Entender esto nos lleva un tiempo, en el que atravesamos una serie de etapas o fases necesarias para ayudarnos a aceptar la nueva situación. Cuando no somos capaces de aceptar la pérdida y el estado de tristeza se vuelve constante, llegando a interferir en nuestro día a día, debemos buscar ayuda profesional que nos ayude a tratar y pasar el duelo.

Existen una serie de características y síntomas comunes en la mayoría de casos de duelo. Si ha pasado poco tiempo desde la pérdida, es normal que las sensaciones físicas estén más presentes e intensificadas:

  • Sensación de estómago vacío.
  • Agotamiento.
  • Falta de fuerzas.
  • Llanto.
  • Alteraciones del sueño.
  • Pérdida de apetito y peso.
  • Opresión en el pecho.
  • Pérdida de deseo sexual.

Igualmente, existen más tipos de reacciones o respuestas naturales ante el duelo, como la psicológicas y emocionales:

  • Pérdida de ilusión.
  • Sensación de extrañeza y confusión.
  • Sentimiento de culpa y autorreproche.
  • Ansiedad.
  • Irritabilidad.
  • Sentimientos profundos de tristeza.
  • Ira y rabia.
  • Abandono del cuidado personal.
  • Aislamiento y sentimiento de soledad.

 

 

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Fases del duelo

Cada persona es individual y vive su duelo de forma independiente y diferente al resto de personas. La psiquiatra Elisabeth Kübler-Ross, estableció 5 fases diferenciadas en el proceso de duelo. Si bien estas fases suelen darse en casi todas las personas, no siempre aparecen en el mismo orden o se dan todas a la vez. Estas fases son:

  • Negación: es muy normal que al recibir un impacto emocional muchas personas queden en shock. Y es que el impacto que puede ocasionarnos la muerte de un ser querido hace que en un primer momento intentemos negar la situación. Intentamos seguir con nuestra vida como si no hubiera pasado, quedándonos en un estado congelado, para no sentir dolor. Es un mecanismo de defensa para protegernos.
  • Ira: Cuando somos plenamente conscientes de que esa persona ya no va a regresar jamás, sentimos enfado e ira. Nos sentimos enfadados con el mundo, contra nosotros mismos y los demás. La tristeza que sentimos se transforma en un enfado enorme ante la imposibilidad de entender por qué nos ha pasado a nosotros, por qué se ha ido esa persona, etc.
  • Negociación: tras el enfado, llega la fase de negociación en la que empezamos a aceptar lo que ha sucedido y buscamos la forma de recuperar lo que teníamos, como cuando intentamos ser amigos de un ex para no estar lejos de él/ella. Es una forma de mitigar un poco el dolor que sentimos.
  • Depresión: suele aparecer al darnos cuenta de lo que ha sucedido y no poder cambiarlo, sino que tenemos que aceptarlo y esto nos pone tristes. El fuerte dolor que podemos sentir al perder a alguien querido, a menudo nos hace sumirnos en una gran tristeza de las que nos puede costar salir, incluso necesitar ayuda profesional para pasar a la siguiente fase del duelo.
  • Aceptación: es la fase final del proceso de duelo, cuando por fin somos capaces de aceptar lo que ha sucedido, asimilarlo, empezamos a perdonar y a reconstruir nuestra vida con esa pérdida. La aceptación es el paso del dolor a la calma.

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Tipos de duelo

Es importante entender qué es el duelo y especialmente conocer las distintas formas en las que se puede presentar. Estos tipos de duelo son:

  • Duelo anticipado (previo a la pérdida): shock y negación, ansiedad, miedo, cuidado de la persona enferma.
  • Duelo agudo: bloqueo emocional, aturdimiento, incredulidad, despersonalización. Se prolonga ante muertes inesperadas.
  • Duelo temprano (semanas o meses): negación, búsqueda de la persona, rabia, dolor, llanto.
  • Duelo intermedio (meses o años): vivencias contradictorias. Nos damos cuenta de la realidad de la pérdida. En los fallecimientos aparecen duelos cíclicos coincidiendo con los aniversarios, siendo lo más habitual el sentimiento de soledad.
  • Duelo tardío (años): Nuevas formas de pensar, los sentimientos de soledad no son ya tan invalidantes.
  • Duelo latente: No lo tenemos presente en nuestro día a día pero puede reactivarse ante ciertos estímulos.
  • Duelo patológico o crónico: cuando el duelo se apodera por completo de nuestra vida y está presente en todo lo que hacemos. No somos capaces de olvidar ni la muerte o pérdida, ni el dolor. En estos casos es muy importante identificar el problema, aceptar que la situación está durando mucho y buscar ayuda profesional.
  • Duelo ausente: negación, esperanza infundada de retorno de la persona, ansiedad intensa.
  • Duelo inhibido: anestesia emocional, inhibición del dolor.
  • Duelo no resuelto: la persona se queda fija en la pérdida, sin volver a su vida habitual.
  • Duelo intensificado: intensa reacción emocional tanto precoz como mantenida en el tiempo.
  • Duelo enmascarado: síntomas somáticos con respuesta emocional normal o escasa como cansancio o múltiples dolores.

Existen ciertos factores de riesgo que nos pueden llevar a un duelo patológico como: pérdida repentina, pérdida múltiple, muerte de un niño, historia depresiva previa, vivir solo, aislamiento social, dependencia con la persona fallecida, etc.

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¿Cómo lo superamos?

Aunque el dolor que conlleva la pérdida de un ser querido es inevitable y superar el duelo es uno de los mayores retos a los que nos enfrentamos a lo largo de nuestra vida. A pesar de ello, en la mayoría de los casos, el proceso de duelo se resuelve de forma natural con el paso del tiempo y la persona puede continuar con su vida. Sin embargo, hay ocasiones en las que no resulta tan fácil abandonar determinadas fases del duelo, no se consigue asimilar la pérdida y se llega a lo que llamamos duelo patológico.

Es difícil detectar cuando un proceso de duelo se está convirtiendo en algo patológico. Sin embargo existen algunos indicadores que nos pueden avisar de la necesidad de buscar ayuda para pasar el duelo:

  • Autolesión como forma de afrontamiento y evitar el dolor.
  • Consumo de alcohol o drogas.
  • Aparición de ansiedad, depresión, trastorno de estrés post-traumático…
  • Expresiones de duelo patológico: intensa añoranza, culpa asfixiante, enfado continuo, etc.
  • Aislamiento social.

Si detectas cualquiera de estos signos puede que sea hora de buscar ayuda profesional que te ayude a llevar el duelo y te proporcione las pautas necesarias para ser capaz de recuperarte de este duro proceso.

 

Si estás pasando por un proceso de duelo y tienes problemas para recuperarte y aceptarlo, contacta conmigo a través de mi página web o redes sociales (Facebook, Instagram y Linkedin) y concertamos una cita.

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