El trastorno por déficit de atención/hiperactividad (TDAH) es uno de los trastornos del neurodesarrollo más frecuentes desde el punto de vista clínico. A continuación os expongo en qué consiste este trastorno y cómo podemos identificarlo.
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TDAH ¿Qué es y cómo lo identificamos?
El TDAH, es un trastorno psiquiátrico que tiene una causa biológica que afecta directamente a nuestra capacidad para mantener la atención, a regular nuestro nivel de actividad o a frenar un determinado comportamiento o pensamiento. Principalmente se caracteriza por la incapacidad de atención y autocontrol, sin embargo la sintomatología puede variar. El TDAH es uno de los trastornos más frecuentes en la neurología del desarrollo y uno de los principales motivos de consultas neuropediátricas. Incluye una combinación de problemas persistentes como la dificultad para mantener la atención, hiperactividad y comportamiento impulsivo. Además, puede presentar dificultades como baja autoestima, relaciones problemáticas y bajo rendimiento escolar.
Los síntomas de el Trastorno por déficit de atención e hiperactividad suelen disminuir con la edad. Sin embargo pueden mantenerse hasta la edad adulta, aprendiendo a controlarlos mediante estrategias. La mayoría de los niños sanos, principalmente en determinadas edades, no prestan atención o son hiperactivos en algún momento. Es normal en los niños de edad prescolar tener periodos de atención muy cortos y que tengan cierta dificultad para seguir una actividad por un tiempo prolongado. En niños mayores o adolescentes, el nivel de atención depende mucho del interés que tengan. Lo mismo ocurre con la hiperactividad, los niños pequeños son mucho más activos, incluso alguno niños presentan niveles de actividad mayor que otros y entra dentro de la normalidad.
El TDAH lo encontramos cuando el niño presenta una serie de pautas o actuaciones que indican una clara dificultad para realizar determinadas actividades, tareas o mantener la atención en cosas concretas, independientemente de la edad. La sintomatología de este trastorno suele aparecer antes de los 12 y en algunos casos, incluso muy precoz, a los 3 años. Estos síntomas pueden ser leves, graves o moderados y pueden alargarse hasta la edad adulta.
¿Cómo lo identificamos?
Si le preocupa que un niño pueda tener TDAH, lo primero que se debe hacer es observar atentamente sus síntomas y comportamientos, después ponerse en contacto con un profesional que pueda dar un diagnóstico claro. Cuando se me presentan este tipo de casos, suelo realizar una valoración de lo que los padres o maestros dicen acerca del comportamiento del niño, acompañado de una observación y evaluación del niños para confirmar la sintomatología propia de este tipo de trastornos. Gracias a que contamos con pruebas fiables para medir la atención, la planificación, la flexibilidad cognitiva, la inhibición, la supervisión de la tarea, o la capacidad para retener información. Aquellas áreas del funcionamiento cognitivo que se ven afectadas en personas que padecen este tipo de cuadro clínico.
Síntomas
El Trastorno de Déficit de Atención con Hiperactividad tiene tres pilares fundamentales en su sintomatología:
- Inatención: Dificultad para mantener la atención, sobre todo en situaciones de baja estimulación. Les suele costar centrar la atención en actividades lúdicas o académicas, a la hora de organizar tareas, seguir instrucciones, etc. Normalmente se tiende a evitar trabajos que exijan esfuerzo mental.
- Hiperactividad: Falta de inhibición o control de los impulsos asociada con la actividad motora. Suelen mover en exceso manos y pies, se agitan en la silla, corren, saltan, tienen dificultades para jugar o hablan demasiado y con rapidez.
- Impulsividad: Carencia de inhibición o control de los impulsos en una conversación, por ejemplo, el niño da respuesta antes de que el interlocutor haya terminado la pregunta. Suelen tener dificultades para guardar el turno o interrumpe constantemente.
El niño que manifiesta un patrón de falta de atención a menudo:
- No es capaz de prestar atención a los detalles y comete errores por descuido en los trabajos escolares.
- Le cuesta concentrarse en tareas o juegos.
- Parece no escuchar.
- Tiene dificultades para seguir instrucciones o tareas.
- Evita actividades que requieren esfuerzo mental.
- Se distrae con facilidad.
- Se olvida de la realización de algunas tareas.
Los niños que presentan un patrón de hiperactividad e impulsividad:
- Están inquietos.
- Dan golpecitos con los pies o manos, se mueven mucho cuando están sentados.
- Les cuesta permanecer sentados.
- Están en constante movimiento.
- Tiene problemas para jugar o realizar actividades tranquilas.
- Habla demasiado.
- Da respuestas apresuradas o suele interrumpir conversaciones, preguntas o actividades.
- Tiene dificultad para guardar su turno.
TDAH del adulto
Aunque es frecuente detectar este tipo de trastornos en la infancia, lo cierto es que normalmente este cuadro no suele desaparecer en la vida adulta, sino que suele presentar otro tipo de síntomas. Las personas o adultos con TDAH pueden presentar problemas derivados de su hiperactividad y déficit de atención en forma de:
- Accidentes de tráfico: debido a la dificultad para mantener la atención.
- Adicción a las drogas
- Temperamento irascible: suelen frustrarse con facilidad, intolerancia al estrés, reacciones exageradas y temperamento fuerte e irascible.
- Relaciones de pareja inestables: las relaciones suelen verse afectadas debido a la incapacidad para leer el comportamiento y estado de ánimo de los demás, centrarse en una conversación y expresar sus propios sentimientos.
- Pérdida de trabajo: a menudo el rendimiento en el trabajo suele ser errático, poco organizado, no gestionan bien su tiempo, son olvidadizos y les cuesta concentrarse en una tarea a la vez. A veces pueden incluso renunciar a su puesto de trabajo por aburrimiento.
- Incapacidad para resolver problemas: les resulta difícil la esperar, no son conscientes de las consecuencias de sus acciones y puede llevar a comportamientos de riesgo.
A menudo, los adultos con TDAH parece que actúan sin pensar, suelen ser demasiado impulsivos, poco organizados y no acaban las tareas que empiezan. En estos casos, suele ser frecuente el consumo de drogas estimulantes como la cocaína.
Si te preocupa que tu hijo presente síntomas de TDAH y buscas un psiquiatra en Murcia, contacta conmigo a través de mi página web o redes sociales (Facebook, Instagram y Linkedin), te asesoraré en todo lo que pueda y concertamos una cita para establecer un diagnóstico claro.