Los Trastornos de la conducta alimentaria son problemas relacionados con la forma en la que comen las personas. Son perjudiciales para su salud mental, emocional y sus relaciones sociales, en especial cuando se dan en niños.

trastornos de la conducta alimentaria

Trastornos de la conducta alimentaria en niños

Los trastornos de la conducta alimentaria son trastornos mentales de origen bio-psico-social, de ahí su complejidad en cuanto al tratamiento y su potencial gravedad. Este tipo de trastornos se acompaña de una serie de alteraciones tanto físicas como psicológicas. Los trastornos de la conducta alimentaria pueden tener diferentes tipos de manifestaciones según la etapa o periodo evolutivo en el que se presentan. Cuyos síntomas pueden presentarse a nivel:

  • Conductuales
  • Cognitivos
  • Psicopatológicos
  • Biológicos

La alimentación es algo que vamos introduciendo de forma progresiva desde el nacimiento, primero con la leche materna o de fórmula, y poco a poco introduciendo nuevas texturas y comida sólida. A partir de los 2 años el niño comienza a desarrollar rituales de comida y empieza a demostrar apetencia por la comida. A los 3 años, los niños tienen la suficiente autonomía para elegir los alimentos que les gustan y aparecen las preferencias alimentarias.

En la etapa escolar comprendida desde los 6 – 13 años se adquiere la suficiente autonomía del comportamiento alimentario. Sin embargo, a partir de los 13 años debemos prestar especial atención a las pautas de alimentación de nuestro hijos, ya que pueden empezar a manifestarse de forma clara algún trastorno de la conducta alimentaria. Debido a que, en la adolescencia, la autonomía respecto a la alimentación es total los cambios físicos, sus características temperamentales o la interiorización de su imagen corporal pueden provocar cambios en la conducta alimentaria del adolescente.

Síntomas

A menudo los pacientes con trastorno de la conducta alimentaria sufren ansiedad, irritabilidad, tristeza, aislamiento, deterioro del rendimiento académico o cuadros depresivos graves. Además, hay una incapacidad para aceptarse a uno mismo y una tendencia a descalificarse continuamente. Algunos pacientes llegan a perder incluso el apetito, el control del volumen de la ingesta o la percepción de su propia masa y volumen corporal. En los casos más extremos se puede llegar a una malnutrición y desnutrición que hacen necesario el ingreso hospitalario.

 

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Tipos de trastornos de la conducta alimentaria

Aquellos niños o jóvenes que sufren trastornos de la conducta alimentaria pueden manifestarla a través de diversos síntomas como: conductas alteradas de la ingesta, restricciones de cantidad o tipo de alimento ( más presente en la etapa infantil, escolar y adolescencia), otros comportamientos patológicos como atracones recurrentes de comida, conductas compensatorias como el efecto comida-vómito, ayuno de horas, ingesta de laxantes y diuréticos u otros medicamentos, ejercicio excesivo y de forma compulsiva, etc.

También aparecen alteraciones cognitivas (especialmente en adolescentes) como la preocupación, rumiación, pensamientos obsesivos o insatisfacción, ideas sobrevaloradas relativas al peso, calorías de los alimentos e imagen corporal.

A nivel psicopatológico es normal que se tenga escasa conciencia del estado físico y mental. De este modo, las alteraciones en la conducta alimentaria no son percibidas por el paciente en su magnitud real por lo que no consideran necesario ningún tratamiento.

Estos estados provocan cambios notorios en el aspecto físico y en la salud tanto mental como física del niño. existen varios tipos de trastornos de la conducta alimentaria:

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Trastornos de la conducta alimentaria en la etapa infantil

Si bien desde muy pequeños los niños pueden desarrollar algún trastorno de la conducta alimentaria, suele ser más común a partir de la adolescencia. En etapas más tempranas, los niños pueden manifestar su negación a la ingesta de determinados alimentos como sólidos, ciertas texturas, olores, sabores, etc. Este trastorno de alimentación no debe preocuparnos en un primer momento, ya que con las pautas adecuadas se puede corregir y normalizar la alimentación de nuestros hijos. A menudo es normal que cuando se empiezan a introducir determinados alimentos y texturas el niño se muestre reacio a probar ciertos alimentos. Con paciencia y perseverancia, al final se consigue la aceptación del alimento (en algunos niños antes que en otros).

¿Cuándo existe un problema? Cuando el niño se niega a comer o bien por ser texturas que le resultan desagradables o por el tipo de alimentación (paso de triturado a sólido). Si esta conducta se mantiene estamos ante un problema o trastorno de la conducta alimentaria. En estos casos, lo más recomendable es contactar con un especialista que pueda ayudarnos y darnos las pautas pertinentes para ello.

 

Anorexia nerviosa

La anorexia es un tipo de trastorno de la conducta alimentaria en el que, normalmente la paciente, se percibe con un volumen o peso corporal desproporcionado y para verse delgada deja de comer con el fin de conseguir alcanzar el peso ideal. El problema está en que, al ser una alteración perceptiva, nunca se llega a alcanzar ese ideal o a estar satisfecha con su cuerpo. Lo que desencadena en un estado de malestar, irritabilidad, depresión y malnutrición que si no se controla a tiempo puede llegar a extremos peligrosos para la salud y la vida.

Bulimia

La bulimia es otro tipo de trastornos de la conducta alimentaria muy común en la adolescencia y edades tempranas. En este caso, el paciente no deja de comer, sino que come con normalidad o incluso de forma excesiva en algunos momentos para posteriormente vomitar todo lo ingerido debido a un sentimiento de culpabilidad. La persona bulímica también presenta una percepción alterada de su estado físico, sin embargo, no renuncia a la comida. En este tipo de cuadros, no se puede evitar tener ese sentimiento de culpabilidad por haber comido tanto y eso le lleva a provocarse ella misma el vómito en un intento por corregir esa ingesta desmedida. Con el adecuado tratamiento y la ayuda de un especialista se puede corregir.

Atracón

El trastorno por atracón caracteriza por la presencia de pensamientos obsesivos relacionados con la comida acompañados de actos que se podrían considerar como compulsivos y que se acompañan de preocupaciones sobre el peso, el físico y un estado de ánimo negativo. Las personas que los padecen suelen restringir mucho las comidas durante el día. El problema es que esta restricción provoca que terminen perdiendo el control, habitualmente a última hora del día o por la noche, y terminen ingiriendo alimentos más calóricos en forma de atracones.

Esto provoca que la persona experimente  una sensación de pérdida de control al seguir comiendo a pesar de encontrarse desagradablemente llenas o  no tener hambre. Finalmente, al sentir que ha perdido el control pueden aparecer sentimientos de vergüenza, culpa o depresivos que pueden motivar que tiendan a comer a solas.

Esta forma de alimentarse lleva a que la persona sufra cambios cambios bruscos en el peso que alimentan el círculo vicioso. También puede ser la forma que encuentre la persona de lidiar con emociones negativas e incluso una forma de evitar enfrentarse a determinados aspectos que no le gustan de su realidad.

 

¿Conoces a alguien que sufre algún tipo de trastorno de la conducta alimentaria y quieres ayudarle? Si necesitas un psiquiatra en Murcia contacta conmigo a través de mi web o redes sociales (Facebook, Instagram y Linkedin) y realizamos una consulta.

 

 

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