El síndrome de Gilles de la Tourette es un trastorno caracterizado por movimientos repetitivos o sonidos indeseados (tics) que no se pueden controlar con facilidad. Os lo cuento en este post ¡Sigue leyendo!
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Síndrome de Tourette o Trastorno de Gilles de la Tourette: ¿Qué es?
El síndrome de Gilles de la Tourette, también conocido como síndrome de Tourette o ST, es un trastorno neurológico. Se caracteriza por la presencia de múltiples tics motores y fónicos que persisten durante más de un año. Generalmente, los primeros signos incluyen movimientos involuntarios (tics) en la cara, brazos, piernas o tronco, los cuales son frecuentes, repetitivos y rápidos. Comúnmente, el primer síntoma observado es un tic facial, como parpadeos, contracciones de la nariz o muecas, pudiendo luego sumarse otros tics en el cuello, tronco o extremidades. Se debe acudir a un médico y neuropsiquiatra que realicen un diagnóstico y puedan ayudar a sobrellevar los tics.
Por lo general, los tics comienzan a manifestarse entre los 2 y los 15 años, con una edad promedio de alrededor de los 6 años. Los hombres tienen entre tres y cuatro veces más probabilidades que las mujeres de desarrollar el síndrome de Gilles de la Tourette.
Aunque el síndrome de Gilles de la Tourette no tiene cura, existen opciones de tratamiento disponibles. Muchas personas con este síndrome no necesitan tratamiento debido a que los síntomas no les resultan molestos. Los tics tienden a disminuir o a ser controlados después de los diez años.
Síntomas
- Al menos dos tics motores y un tic vocal.
- Los tics persisten por más de un año.
- Los tics empiezan antes de la edad de 18 años
El Síndrome de Tourette es una condición neurológica, no es mal comportamiento, ó culpa de los padres. Los niños que tienen tics necesitan ver a un doctor y no ser castigados por algo que ellos no pueden controlar. Los tics se empeoran cuándo los niños se excitan, (como cuando un niño va a Disneyland) ó siente tensión (como antes de un examen) y se mejoran cuándo las actividades son más tranquilas. Algunos niños pueden mantenerse sin tener tics por un tiempo, pero realmente no pueden detenerlos para que dejen de ocurrir.
Hay otros problemas que pueden llegar con el Síndrome de Tourette. Los más comunes son dificultad para concentrarse en la escuela, hiperactividad, problemas para aprender, teniendo que hacer las cosas de cierta forma, ansiedad y problemas de temperamento. La buena noticia es que los niños y adultos con ST son tan inteligentes como las demás personas.
Los tics, que son movimientos o sonidos repentinos, breves e intermitentes, representan el sello distintivo del síndrome de Tourette. La gravedad de los síntomas puede variar desde leves hasta severos, llegando estos últimos a interferir significativamente con la comunicación, el funcionamiento diario y la calidad de vida.
Existen dos tipos principales de tics:
- Tics simples: Estos tics consisten en movimientos repentinos, breves y repetitivos que involucran un número limitado de grupos musculares.
- Tics complejos: Estos tics se caracterizan por patrones de movimientos diferentes y coordinados que implican varios grupos musculares.
Los tics pueden manifestarse como movimientos (tics motores) o sonidos (tics vocales). Por lo general, los tics motores tienden a aparecer antes que los tics vocales, pero la variedad de tics que las personas experimentan es diversa.
Algunos de los tics motores más comunes simples:
- Pestañear.
- Gestos faciales.
- Movimientos de la quijada.
- Encoger los hombros.
- Movimientos laterales o bruscos de la cabeza.
- Estirar el cuello.
- Sacudir los brazos.
Algunos tics móviles son más complicados y pueden incluir una combinación de tics:
- Movimiento brusco de cabeza.
- Encogimiento de hombros.
- Muecas faciales.
- Movimientos que parecen tener un propósito como saltar, dar vueltas o brincar.
Algunos tics vocales son:
- Hacer ruido con la nariz.
- Limpiarse la garganta.
- Gruñir.
- Gritar.
Algunos de estos tics vocales son más complicados y pueden incluir palabras o frases. A menudo esas palabras o frases no suenan como que fueran parte de una conversación, las palabras parecen ladridos, gruñidos y muchas veces parecen no ser apropiadas. En la minoría de casos las palabras son profanas, malas palabras, insultos étnicos y otras palabras o frases no aceptables socialmente.
¿Cuáles son sus causas?
Es complicado y nadie sabe con seguridad, pero los científicos piensan que el Síndrome de Tourette es causado por problemas en una ó más partes del cerebro. La causa exacta del síndrome de Tourette aún no se conoce completamente, aunque se ha observado que no existe una influencia significativa del nivel socioeconómico. Se ha identificado una predisposición genética, ya que hasta dos tercios de los familiares de niños con el trastorno presentan algún tipo de tic. Además, existe una asociación entre el síndrome de Tourette y el trastorno obsesivo-compulsivo.
En aproximadamente un 33% de los niños con Tourette, se ha sugerido que el trastorno puede estar relacionado con un proceso autoinmune desencadenado por una infección, como faringitis o infecciones de las vías respiratorias altas causadas por el estreptococo tipo A beta-hemolítico. Se cree que los anticuerpos producidos en respuesta a esta bacteria pueden dañar los ganglios basales del cerebro, lo que resulta en la manifestación de los tics.
Además, existe una asociación para pacientes del síndrome de Tourette y otras enfermedades en España y la Tourette Association en América, como ciertos tipos de trastornos de ansiedad y la anorexia nerviosa. Sin embargo, en la mayoría de los casos, el desarrollo general de los niños con Tourette suele ser normal.
Cómo se diagnostica
El doctor diagnostica el Síndrome de Tourette viendo los tics del paciente o escuchando lo que los padres o el niño digan sobre los tics. No hay un examen específico para confirmar el diagnóstico del ST. Algunos doctores ordenan pruebas para asegurar que no haya otras condiciones que se puedan confundir con el Síndrome de Tourette.
Los trastornos por tics y el síndrome de Tourette en niños suelen ser evaluados principalmente por pediatras o neuropediatras. Sin embargo, dado que estos trastornos suelen estar acompañados por otros trastornos psiquiátricos, es común que también sean atendidos por psiquiatras infantiles y de adolescentes. Entre las enfermedades que suelen asociarse con el síndrome de Tourette se incluyen las siguientes:
- Trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH).
- Trastorno obsesivo-compulsivo (TOC).
- Trastorno del espectro autista.
- Dificultades de aprendizaje.
- Trastornos del sueño.
- Depresión.
- Trastornos de ansiedad.
- Dolor relacionado con tics, especialmente dolores de cabeza.
- Problemas con el manejo de la ira.
En el caso de los adultos, ocurre algo similar, ya que pueden ser evaluados tanto por neurólogos como por psiquiatras.
Es fundamental realizar un examen neurológico exhaustivo para evaluar la naturaleza y la gravedad de los tics. En algunos casos, puede ser necesario realizar un electroencefalograma para descartar convulsiones mioclónicas, así como análisis para detectar la presencia de anticuerpos anti-estreptocócicos. Estas pruebas ayudan a descartar otras condiciones y a confirmar el diagnóstico de trastornos por tics o síndrome de Tourette.
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