Depresión en la enfermedad de Parkinson

La incidencia de depresión en la enfermedad de Parkinson es bastante alta. Es importante reconocer los síntomas y contactar con un profesional que pueda tratarla, os lo cuento a continuación ¡Sigue leyendo!

Depresión en la enfermedad de Parkinson

El Parkinson es una enfermedad relativamente frecuente, es un Trastorno Neurodegenerativo que afecta al sistema nervioso de manera progresiva y crónica. Lo cierto es que no es nada sencillo sobrellevar una enfermedad como el Parkinson, ni sus síntomas. Podemos distinguir síntomas:

  • Motores: visibles a simple vista, suelen ser la causa de que acudamos al médico o neurólogo.
  • No motores: no son tan visibles, pueden estar relacionados con la propia enfermedad o ser efectos secundarios de la medicación.

La enfermedad de Parkinson no son únicamente los síntomas motores. Debe darse mayor importancia a las afecciones neuropsiquiátricas y psicológicas que conlleva esta enfermedad. Un tercio de los pacientes de Parkinson padecen ansiedad, mientras que entre el 17% y el 50% de los pacientes presentan depresión, tristeza, falta de motivación, derrotismo o apatía. Son una parte importante de los síntomas neuropsiquiátricos. La percepción de bienestar en estos casos es mucho más negativa y derrotista, pudiendo afectar a la autoestima del paciente y de su cuidador.

Depresión en la enfermedad de Parkinson

¿Es la depresión un síntoma del Parkinson?

Si lo analizamos bien, el Parkinson es una enfermedad que afecta aproximadamente a un 2% de los adultos mayores de 65 años. No diferencia en sexo o edad, por lo que es una enfermedad a la que todos estamos expuestos. Además, puede aparecer con manifestaciones leves o más graves. Y además de los problemas asociados a la propia enfermedad, puede desarrollarse depresión.

Abordar la depresión en personas que padecen Parkinson no es sencillo. Se considera que un paciente está o puede estar padeciendo depresión cuando manifiesta cinco o más de los siguientes síntomas:

  • Estado anímico negativo.
  • Apatía.
  • Pérdida de peso.
  • Insomnio o hipersomnia.
  • Retardo psicomotor o agitación.
  • Pérdida de energía.
  • Sentimientos de culpa sin justificación.
  • Pensamientos recurrentes sobre la muerte.

Sin embargo, un paciente con Parkinson puede parecer que está deprimido ya que muchos de estos síntomas son típicos de la enfermedad, como el retardo psicomotor o la inexpresividad y apatía. Es por ello que resulta difícil determinar si se está sufriendo un cuadro depresivo o no. Aún así es importante controlar este tipo de síntomas y acudir a un profesional si se sospecha que pueda tratarse de un cuadro depresivo. Ya que la prevalencia de depresión en pacientes con Parkinson es del 32%.

Hay ciertos aspectos a tener en cuenta en relación al Parkinson y la depresión:

  • La gravedad del Parkinson no está relacionada con la aparición o no de la depresión.
  • Puede que ya exista depresión previa a la aparición del Parkinson.
  • La anhedonia y apatía son síntomas comunes del Parkinson y no tienen que implicar depresión.
  • Los trastornos del sueño también son frecuentes en esta enfermedad y no exclusivos de la depresión.

Depresión en la enfermedad de Parkinson

¿Por qué se produce la depresión en el Parkinson?

La incidencia de depresión en la enfermedad de Parkinson es bastante alta, por lo que es importante realizar un seguimiento de los síntomas y la enfermedad. Lo cierto es que la depresión es una enfermedad bastante frecuente en todo el mundo, la cuál es importante diagnosticar y tratar.

En pacientes con Parkinson padecer síntomas depresivos durante esta enfermedad ocurre en uno de cada dos pacientes. En los pacientes que llevan mayor tiempo luchando contra la enfermedad, la depresión influye mucho más en su calidad de vida. Socialmente entendemos la depresión como el hecho de estar triste, infeliz, abatido o derrumbado, sin embargo implica mucho más por lo que es fundamental que sea tratada por un especialista.

El origen de la depresión en pacientes de Parkinson es diverso y multifactorial, a menudo, el duelo de ser diagnosticado con esta enfermedad ya puede desencadenar un cuadro depresivo. En fases más avanzadas, se reactiva al conocimiento de un empeoramiento clínico, a mayor limitación funcional y dependencia por parte de los pacientes. Sin embargo, también puede aparecer incluso mucho antes de que se den si quiera los síntomas motores, siendo un síntoma premotor.

La suma de problemas o factores personales pueden desencadenar la aparición de la depresión. Sea cuál sea el caso, es crucial acudir a un especialista que pueda realizar un diagnóstico y tratamiento adecuado.

 

Los trastornos neuropsiquiátricos, así como la depresión requieren de ayuda profesional. Si buscas psiquiatra en Murcia, no dudes en contactar conmigo a través de mi página web o redes sociales (Facebook, Instagram y Linkedin) y concertamos una cita.

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