El efecto FOMO (fear of missing out) es uno de los detonantes de ansiedad social en estos tiempos, producido por ese miedo a perderse algo. Hoy os hablo sobre qué es y cómo nos afecta ¡Sigue leyendo!
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Síndrome FOMO: ¿Qué es y cómo afecta?
¿Cuánto tiempo hace que no disfrutas de una puesta de sol, salida con amigos o un concierto entre otros sin plasmarlo en tu móvil? Y lo más importante sin compartirlo en redes, estar ahí sólo por el placer de disfrutar de ese momento o espectáculo. Cada vez este tipo de experiencias se disfrutan menos en silencio y privado, ahora si no compartes no has estado allí.
Desde hace unos años las redes sociales se han convertido en parte indispensable de nuestras vidas, esto ha generado ciertas conductas, hábitos y formas de comportamiento que han influido fuertemente, especialmente en los jóvenes. Esta dependencia y adicción de los dispositivos móviles y estar presente en redes sociales han desencadenado en episodios de estrés, ansiedad o depresión.
¿Qué es el síndrome FOMO?
Seguro que has ido a algún concierto o evento en el que ves a la mayoría de las personas grabando las canciones en vídeo y compartiéndolas en sus redes, haciendo fotos de una puesta de sol o algo llamativo con la finalidad de subirlo a sus perfiles sociales y dar testimonio de que has estado ahí. Nos encontramos ante una sociedad cada vez más conectada y dependiente de una pantalla, en la que el mayor miedo es perderse una experiencia o no poder compartirla, pero sin duda un miedo atroz a no recibir interacciones en tus redes. Esto es lo que se conoce como síndrome FOMO (fear of missing out) y se trata de eso exactamente, del miedo a perderse algo.
Este estado de pánico a no estar, a perderse algo, a no estar por no haber compartido en redes tu presencia en un lugar o actividad concreta, está generando cuadros importantes de estrés, depresión y ansiedad, especialmente ansiedad de tipo social. La ansiedad social es el temor intenso y persistente de ser observado y juzgado por los demás. Este miedo puede y afecta al trabajo, estudios, entorno familiar y social, las relaciones y actividades diarias.
Con la exposición constante nuestra y de nuestra vida en redes sociales, este tipo de ansiedad se ha incrementado. La ansiedad social nace de la sensación de sentirnos observados y juzgados en todo momento por los demás, sintiéndonos incapaces de reaccionar. Esto se acentúa en redes sociales, la continua exposición, el compartirlo todo, siendo observado por tanta gente… Produce un efecto rebote de pánico y ansiedad a subir la mejor foto, compartir la mejor experiencia, todo con el fin de conseguir el mayor número de interacciones, cuando no se consigue, la ansiedad aparece.
Características del síndrome FOMO
Las características de esta patología incluyen:
- Constante necesidad de estar conectado y actualizado en las redes sociales y la tecnología.
- Sensación de ansiedad o miedo a perderse algo importante.
- Tendencia a compararse con los demás.
- Estrés e inquietud por sentirse observado y necesitar destacar para ser valorado positivamente.
- Dificultad para desconectar de la tecnología.
- Estrés y agotamiento emocional debido a la presión constante de estar al tanto de todo lo que sucede en las redes.
- Comportamientos impulsivos para participar en eventos y actividades populares, incluso si no son importantes o necesarias.
- Sensación de vacío e insatisfacción con lo que se comparte, miedo a no ser lo bastante bueno.
No existe una cifra exacta sobre las personas que padecen el síndrome FOMO, pero se cree que es una experiencia muy común en la sociedad actual. Muchos de los cuadros depresivos y de ansiedad social que nos llegan en jóvenes vienen por esta necesidad de estar y compartirlo todo en redes. El uso excesivo de las redes sociales y la dependencia de la tecnología pueden aumentar el riesgo de padecer este síndrome.
Si bien, el Síndrome FOMO no es un trastorno clínico reconocido, puede afectar a la calidad de vida y salud de algunas personas si no se detecta y trata con ayuda de un profesional.
¿Cuáles son sus síntomas?
El Síndrome FOMO, término acuñado en 2004 para describir la ansiedad que siente una persona al pensar que está perdiéndose una actividad divertida que están teniendo otros, no está del todo popularizado. Sin embargo, es más común de lo que pensamos, especialmente en los jóvenes. Este hecho de estar permanentemente conectado en las redes sociales también puede desencadenar en efectos psicológicos y físicos adversos. Los síntomas más característicos del síndrome FOMO son:
- Uso desmesurado de los dispositivos electrónicos.
- Presencia excesiva en redes sociales.
- Reducción de la motivación académica o laboral.
- Problemas de autoestima provocados por la comparación constante de nuestra vida con la que muestran los demás.
- Inseguridad debido al sentirse continuamente observado.
- Ansiedad por no tener el móvil cerca, por no estar pendiente, por perderse algo importante, por no tener batería, cobertura, etc.
- Dificultades para interactuar con los demás de forma física, sin pantallas.
- Ansiedad por tener que contestar un mensaje de forma inmediata.
- Retransmitir constantemente lo que hace, dónde está, qué se ha puesto, etc.
- Inquietud.
- Problemas de sueño.
- Molestias psicosomáticas (dolor de cabeza, sudoración, etc.)
¿Cómo podemos evitarlo?
La solución antes este problema es complicada en un mundo cada vez más conectado, pero no imposible. Este problema si no se frena puede provocar ansiedad generalizada y social, depresión y acrecentar problemas de autoestima y frustración, generando incluso trastornos de conducta. Es muy importante educar con el ejemplo y hacer un uso responsable de las tecnologías. Lo más importante es educar con que hay un mundo fuera de las pantallas el cuál hay que disfrutar.
Dejar las redes sociales, quitar o tirar el móvil no va a solucionar este problema. Las redes forman parte de nuestra vida y debemos aprender a convivir con ellas de forma adecuada y responsable. Para ello, es necesario cambiar los hábitos en el uso del móvil y adoptar un comportamiento adecuado, comedido y racional en la gestión y uso de las redes sociales. Dedicar tiempo a uno mismo, a nuestro cuidado y trabajar en nuestra autoestima.
El uso irresponsable de las redes sociales está provocando grandes efectos psicológicos en los jóvenes e incluso adultos. Si hay una adicción o conductas preocupantes derivadas del uso de las redes, y buscas un psiquiatra en Murcia, contacta conmigo a través de mi web o redes sociales (Facebook, Instagram y LinkedIn) y concertamos una cita.